miércoles, 19 de marzo de 2008

Hace falta una izquierda a la izquierda de la izquierda".

Entrevista exclusiva a Danielle Bleitrach:“No se puede hacer socialismo sin el desarrollo de la conciencia revolucionaria”

ESPECIAL DE TRIBUNA POPULAR/JULIO 2007
En nuestra serie de entrevistas, que junto al Instituto Bolívar-Marx, estamos entregando a nuestros lectores, presentamos a Danielle Bleitrach, profesora de sociología en la Universidad de Provence (Francia).

Danielle, ha dirigido numerosas investigaciones sobre la planificación y urbanización del territorio. Ha escrito una quincena de obras, entre las cuales tres clásicos de la sociología: La fábrica y la vida (1980), Clase obrera y socialdemocracia (1981) y La exclusión y la derrota obrera (1998).

Miembro del Comité Central del Partido Comunista de Francia (PCF) de 1981 a 1996. Dimite del Comité Nacional del PCF en 1996 en oposición a la nueva línea del PCF. Ha sido redactora en jefe del semanario “Révolution”, órgano de los intelectuales comunistas franceses.

Tribuna Popular (TP): ¿Qué función cumplen las universidades y la derecha académica en los países capitalistas?
Danielle Bleitrach (DB): La universidad tiene múltiples disciplinas; hablaré de las ciencias humanas y sobre todo de la sociología. Por un lado, asistimos a un repliegue; no hay en sociología el equivalente a un Bourdieu (*), quien sin ser marxista ha jugado un papel muy progresista interviniendo para apoyar luchas y movimientos sociales, y sobre todo en el plano teórico se ha opuesto a la influencia dominante de la economía llamada ortodoxa o neoliberal, que apunta hacia el dominio del mercado. Se puede decir también que los ideólogos de la burguesía que aparecen en los estudios de televisión y monopolizan las columnas de los diarios, y cuyo ejemplo es Bernard Henry Levy, son más bien fenómenos editoriales ligados a redes de poder mediático. Son el resultado de un sistema caracterizado por la concentración de la prensa, de las editoriales, de los medios en general, en manos de las multinacionales y de los anunciantes publicitarios más poderosos. Esos ideólogos producen el discurso del imperialismo, y éste les asegura la promoción de sus “obras”. Tienen en general cada vez menos lazos con la universidad, están más próximos al periodismo y a la industria editorial.

-En la universidad, una de las cuestiones básicas tiene que ver con la formación. ¿Se va a formar profesionales que corresponden a los intereses inmediatos de la patronal, o se forma a profesionales con una conciencia ciudadana, una cultura?

-Existe una proliferación de una sociología ligada a la patronal, o sea a los intereses de las grandes compañías. Francia tiene en este terreno tradiciones históricas de servicio público que el gobierno actual intenta destruir, y a veces se producen alianzas interesantes. Digamos por tanto que si no hay actualmente en Francia nadie de la talla de un Bourdieu, la universidad tiene aún algunos bastiones de resistencia y el postmodernismo no es el amo absoluto.

TP: -¿Cómo definirías la teoría del post modernismo?
DB: Para simplificar, digamos que el postmodernismo se caracteriza por dos elementos fundamentales. El primero es el fin de todo sentido de la historia, una especie de nihilismo; el segundo aspecto tiene que ver con el primero puesto que decreta la desaparición de todo actor histórico susceptible efectivamente de actuar en el sentido de una transformación consciente. Es una cuestión general de la disciplina, en relación con el triunfo de la ortodoxia económica neoliberal: el actor se ha convertido más o menos en el “consumidor”, y el lugar atribuido a las estructuras, a lo colectivo, se mantiene importante o decrece según el grado de resistencia al neoliberalismo. Así, según Pierre Bourdieu hay un agente que actúa; en el otro extremo, según Raymond Boudon, es el “átomo” de lo social; en el centro (Crozier y Touraine), se convierte en estrategia de un juego institucional. Las clases sociales han desaparecido. Como respuesta, los unos (Toni Negri) buscan la “multitud” y los otros (Michel Maffesoli) reconstituyen las “tribus” que se recomponen en torno a “valores” comunes, que son de hecho modos de consumo. El post-moderno es un pensamiento amorfo expresado por un vocabulario confuso cuya finalidad última es negar la existencia de lo real para reemplazarlo por palabras cuya eficacia para entender los hechos no ha sido nunca probada. El mundo se convierte así en algo fragmentado, incoherente, y la propuesta “sabia” es apenas un juego verbal, un esnobismo de sofista.

TP: ¿Crees que el post-modernismo puede ayudar en la construcción del socialismo?
DB: Puede contribuir sobre todo a confundir las ideas y a aumentar la confusión en los espíritus, lo que sólo puede ayudar al enemigo. Estudios recientes han mostrado cómo en Europa, tras la liberación y la victoria contra el nazismo, la CIA intervino para organizar la lucha contra la influencia del marxismo y del comunismo. En el plano ideológico apoyaron activamente no sólo a toda oposición al marxismo sino también a todo el que fuese apolítico o que se presentase como tal. La CIA ha financiado generosamente laboratorios, revistas, conferencias, ha entregado cantidades importantes para favorecer a las corrientes que se presentaban como productos de la izquierda. Se sabe ahora que gentes como Arthur Koestler, Hannah Arendt y Orwell han luchado de manera organizada y han reclutado adeptos más o menos conscientes. Me extrañaría que en Venezuela y en América Latina la CIA no actúe en el mismo sentido, no oponiéndose frontalmente [a las fuerzas progresistas] sino apoyando formas de apoliticismo. El postmodernismo tal como lo acabo de definir me parece un medio bastante bueno para la empresa de llevar a los intelectuales a un pantano, preparando su adhesión a la contrarrevolución.

TP: ¿Crees tú que es posible fabricar una teoría social revolucionaria al margen del marxismo?
DB: El marxismo es inevitable si se quiere avanzar hacia una comprensión cada vez más consciente de la transformación, pero creo también que desconocemos mucho en el terreno de la comprensión de las sociedades y de los seres humanos en general. El marxismo tiene necesidad de enriquecerse de las experiencias y éxitos, pero también de los fracasos que se han producido desde Karl Marx y otros grandes teóricos. Marx es el único que ha pensado una teoría no sólo de lo que existe hoy sino de lo que debe venir, atribuyendo un lugar a la conciencia de los actores que hacen este porvenir, lo que le ha evitado caer en la utopía y concebir el socialismo como un modelo “llave en mano”. Es el resultado de haber rechazado la cobardía de la burguesía alemana incapaz de hacer la revolución. Ha favorecido una actitud que actúa en la realidad para producir efectos reales y duraderos. Es por eso que el dogmatismo es incompatible con Marx y Engels, que son teóricos y militantes políticos. Dogmatizar el marxismo, esterilizarlo, es también marginalizarlo, vaciarlo de su contenido revolucionario. Y es por eso y no porque sea una teoría sagrada, intocable, que el marxismo es indispensable en toda teoría y acción revolucionaria. Es una dialéctica aparentemente compleja que tiene su fuente en lo que dice Marx a Feuerbach: no se trata sólo de comprender sino de transformar el mundo.

TP: La socióloga Martha Harnecker piensa que la clase obrera hoy no es el sujeto histórico del cambio ¿Qué opinión tienes de esta teoría?
DB: Necesitaría mucho diálogo y comprensión del pensamiento real de Martha Harnecker, y bastante más conocimiento del que tengo de la sociedad venezolana, antes de responder a esta pregunta. Me interesaría mucho trabajar en esta cuestión, por cierto. Pero debo decir por el momento que no me convencen ni Toni Negri y su multitud, ni alguien a quien aprecio mucho como Mike Davis, el sociólogo norteamericano que a partir de un análisis de las grandes conurbaciones, las grandes zonas de ranchos, llega más o menos a cuestionar el rol histórico de la clase obrera. Estamos más que nunca antes en el mundo de la mercancía, producida en una escala inédita en condiciones de explotación que se renuevan pero que no mejoran. Me parece que en un país como Venezuela, la renta petrolera ha producido una situación de compra en el extranjero, de abandono de la producción nacional, de proliferación de lo informal e incluso ilícito, pero es contra esta situación que lucha el gobierno revolucionario. Por tanto hay que distinguir entre la situación inicial que es la de una clase obrera aún desorganizada y rodeada de un proletariado de lo informal, y otra situación que hay que crear para resolver los problemas del país; no sólo desarrollar la producción nacional y por tanto una clase obrera en sentido amplio, sino apoyar su organización revolucionaria. Pero repito que no puedo criticar a alguien tan comprometida y conocedora como Martha Harnecker, estoy muy interesada en dialogar y comprender su visión.

TP: En Venezuela la juventud burguesa se moviliza contra el gobierno progresista ¿No es antinatural que los jóvenes sean de derecha?
DB: La juventud no es una clase social. En el mundo entero, en relación con la mundialización capitalista, se asiste a fenómenos parecidos en torno a la juventud. El primer fenómeno es que con la agravación de la crisis, se pide a los jóvenes que se adapten a una sociedad más dura e inhumana. Esto puede llevar a rebeliones como ha ocurrido en Chile, Grecia o en Francia. En este último país la juventud no ha votado por Nicolás Sarkozy, ha votado masivamente por la izquierda. Pero hace falta ver también que ya que la juventud no es una clase social, en su seno se producen las mayores desigualdades; la fractura entre los jóvenes es más grande que en los otros grupos etarios. Por tanto aunque la mayoría de la juventud pueda ser golpeada, hay una minoría que puede radicalizarse en el otro sentido. En fin, conozco mal la situación de Venezuela, pero en mi reciente viaje me ha sorprendido el hecho de que había dificultad para contratar enfermeras y médicos venezolanos para atender a los pobres; ¿hay un verdadero trabajo ideológico en la juventud universitaria o se les ha ofrecido fáciles ventajas individuales? Se hace un trabajo enorme para integrar las capas proletarias al sistema educativo, pero es un terreno en el que me parece que subsisten los problemas.

TP: ¿Qué valores crees que deben ser defendidos y cultivados en una educación socialista?
DB: Los contrarios a los del capital; por ejemplo al egoísmo individual hay que sustituirlo con la solidaridad, la ayuda mutua. Es más fácil decirlo que hacerlo porque si el capitalismo, la apropiación privada, tiene siglos de historia y parece provenir de un derecho natural, en materia de socialismo sólo estamos al comienzo. Pero hay a menudo en las tradiciones populares, por ejemplo en los Andes, en las formas de producción colectiva, cosas que existen y deben ser desarrolladas, que están en la base de la moral popular, y a veces también en algunos aspectos contradictorios de la religión. Hay en general principios comunes a toda la humanidad y otras reglas morales más locales que pueden corresponder a estos grandes ideales universales. Es tal vez por lo que he visto, lo que convierte a la sociedad venezolana en tan apasionante hoy en día, todo se convierte en una cuestión no sólo política, económica, sino también moral. ¿Quién va a ganar, el interés individual, el de los pequeños grupos deseosos de consumo, o el interés colectivo, lo humano, la educación, la salud?

TP: Una televisión al servicio de la construcción socialista ¿es fundamental?
DB: Efectivamente es fundamental, y la campaña que ha habido no sólo en Venezuela sino en el mundo entero sobre la no renovación por el gobierno venezolano de la licencia a una cadena televisiva privada, no es nada inocente. Se trata de ofrecer la imagen de una dictadura para poder atacar al gobierno impunemente, desestabilizarlo, pero hay más. Primero, el hecho de que el 90 % de la información mundial está controlada por el imperialismo estadounidense y sus aliados europeos; es un monopolio que no pueden abandonar porque de otra manera los pueblos se darían cuenta de la fragilidad económica e incluso militar del Imperio. Se darían cuenta de que es posible una resistencia. Además la televisión corresponde a un modelo de dominación imperialista sobre los espíritus. El individuo está aislado ante un televisor que le vacía el cerebro, lo llena de imágenes; lo hace obeso, desgraciado, vacío y saturado de puñetazos publicitarios, un ritmo, ruidos, luces. Es una dulce adicción que lo conduce hacia su propia aniquilación. Por tanto, la reacción violenta de la televisión capitalista frente a lo que afecta a su mercado se parece algo a la reacción de una mafia que se defiende y defiende su monopolio sobre los espíritus. No se trata simplemente de que un gobierno tenga legítimo derecho de otorgar o no una frecuencia televisiva a una cadena pornográfica, violenta y que participa en un golpe de estado, sino más bien de este monopolio sobre los espíritus.

TP: ¿Cuál es la función de los intelectuales revolucionarios en los procesos de liberación populares nacionales?
DB: Me parece que en Venezuela se plantean más frontalmente que en Francia dos cuestiones, la de la soberanía, de la resistencia a la agresión permanente de los EE.UU. y de las multinacionales, y la de responder a las necesidades materiales, físicas e incluso espirituales, intelectuales de una población en pleno subdesarrollo. Por tanto el intelectual revolucionario debe participar en esta doble tarea que es la de toda la sociedad. Debe ayudar a la construcción de esta identidad nacional, bolivariana, debe oponerse con la creación, el debate, formas de reflexión, de creación, a lo que describía antes como una dulce marcha hacia el aniquilamiento intelectual. Veo que lo que hacen los cubanos es completamente apasionante y contribuye a la formidable resistencia de este pueblo. Hay que poner atención en este campo porque a veces el principal aporte no es necesariamente entendible política e ideológicamente, hay que dar a la creación un espacio de libertad. Es complicado de entender porque si se lleva bien el proceso revolucionario deberá surgir un nuevo público, el pueblo deberá ganar acceso a la educación, a la lectura, al teatro, y no necesariamente compartirán los gustos de una vanguardia o los refinamientos de una elite burguesa. Me parece que hace falta a la vez aumentar el número de los que tienen acceso a la cultura y ayudar simultáneamente en la elevación del nivel de conocimientos y de la creación, evitar la ruptura. Hace falta, como lo hacen los cubanos en el campo médico y en otros, formar profesionales conscientes de sus deberes hacia el pueblo. Lo más extraordinario en Cuba no es que se vayan algunos, sino que se queden tantos intelectuales e investigadores de alto nivel a pesar de las dificultades. No se puede hacer socialismo sin el desarrollo de la conciencia revolucionaria. Creo que hay en la experiencia cubana un proceso de rectificación permanente del socialismo que sería interesante conocer mejor. Acabamos de escribir un libro sobre este tema con J.F. Bonaldi titulado Cuba, Fidel y el Che o la aventura del socialismo. Creo que habría que aumentar las reflexiones sobre las experiencias pasadas, presentes y las que Uds. viven actualmente en Venezuela, que nos parecen absolutamente apasionantes. Estamos atentos a lo que ocurre en su país hasta un nivel que Uds. no se pueden ni imaginar; tenemos necesidad de los análisis de Uds., y de hecho ya comenzamos a conocer los trabajos y reflexiones del Partido Comunista venezolano, y eso nos ayuda mucho. En Europa, en Francia, los necesitamos a Uds, especialmente en vista de nuestras capacidades actualmente muy vacilantes.

Nota de la Redacción TP:
(*) Pierre Bourdieu es un destacado científico sociólogo francés. A pesar de lo que piensa la camarada Danielle creemos que se le puede inscribir en una corriente "neomarxista". Inventa nuevos términos de análisis de la realidad social que enriquecen la sociología. Influye en los estudiosos de las clases sociales y de otros fenómenos. Al final de su vida tomó partido activo en favor de los movimientos sociales de los oprimidos y de los explotados y en contra del capitalismo. Una frase suya en contra de la desviación liberal y oportunista de la "izquierda" francesa (fundamentalmente los partidos socialista y comunista) fue: "Hace falta una izquierda a la izquierda de la izquierda". La derecha académica francesa intentó marginarlo pero no pudo ocultar la fecundidad de sus análisis sobre diversos problemas y cuestiones sociales ni tampoco impedirle llegar a la cima de la jerarquía académica: le Collège de France.

Junto a Danielle Bleitrach, a James Petras, a Henry Lefebvre, a Wright Mills, a Jesús Ibáñez y otros sociólogos, dignifica la ciencia sociológica y la saca del pantano burocrático, positivista y reaccionario en el que la mete la burguesía.

jueves, 24 de enero de 2008

Todo el sufrimiento del pueblo ruso que derrotó al fascismo


Jesús Aller
Rebelión

Vida y destino” de Vasili Grossman

(Galaxia Gutenberg)


Ya existía una edición de Vida y destino en castellano, preparada a partir de una versión francesa (Seix-Barral, 1985; traducción de Rosa M. Bassols), pero ha sido en 2007 con la publicación de una soberbia traducción directa del ruso debida a Marta Rebón (Galaxia Gutenberg) cuando la obra parece haber despertado al fin en el mundo de habla hispana el interés que merece. Esta novela, la mayor y más importante de Vasili Grossman, fue concluida en 1960 y no pudo ser publicada en la Unión Soviética. De hecho, hay que decir que los intentos de conseguirlo por parte de su autor dieron lugar al final a una visita de agentes del KGB que requisaron el manuscrito e incluso las cintas de la máquina de escribir utilizadas para producirlo. Ocurría esto en 1961, en pleno deshielo jruschoviano, y Mijaíl Suslov, ideólogo del régimen, comunicó a Grossman más tarde que la novela no podría ver la luz hasta pasados doscientos o trescientos años, lo que, aparte de un intolerable atentado a la libertad, suponía también sin duda un juicio favorable sobre la calidad y perdurabilidad de la obra. Afortunadamente, Grossman había preparado otros originales, uno de los cuales fue guardado por su amigo Semión Lipkin. Posteriormente, este texto fue microfilmado por Andréi Sajárov, y pudo ser enviado a Suiza, donde vio la luz la primera edición rusa del libro en 1980, dieciséis años después de la muerte de su autor. La monumental obra (más de mil cien páginas en la versión que ahora se publica) describe extensamente las condiciones de la sociedad rusa en la época de la batalla de Stalingrado y retrata de modo fiel la brutal agresión fascista y al pueblo que heroicamente le hizo frente.

Vasili Semiónovich Grossman (nacido Iósif Solomónovich) vino al mundo en 1905 en Berdíchev (Ucrania) en una familia judía acomodada. Tras realizar estudios de ciencias en Moscú, simultaneó sus inquietudes de escritor con diversos trabajos como técnico y profesor hasta que en los años treinta decidió dedicarse por entero a la literatura. Corresponsal durante la Gran Guerra Patria, vivió las batallas más importantes de ésta, desde el asedio de Moscú hasta Stalingrado, la liberación de Ucrania y Berlín, y fue de los primeros en dar a conocer los horrores de los campos de exterminio (El infierno de Treblinka, 1944). Su producción hasta la muerte de Stalin comprende novelas y colecciones de relatos, algunas de ellas dedicadas a la guerra, como Stalingrado (1943) y Por una causa justa (1953), que tuvo problemas con la censura. El conjunto de estas obras le valió una sólida reputación literaria en la Unión Soviética.

Tras la desaparición de Stalin, Grossman emprende una nueva etapa en su trabajo, truncada por su fallecimiento en 1964, en la que con Vida y destino y la novela inconclusa Todo fluye desarrolla un intento de mostrar en toda su complejidad la sociedad rusa de su tiempo y proveer argumentos para la rectificación del estalinismo que tantas esperanzas despertaba en la URSS en aquellos momentos. No obstante, más allá de esto, estas obras estaban destinadas a permanecer como una reivindicación de la dignidad del ser humano enfrentado a las condiciones más duras. Hay que decir también que la acerada crítica que presentan de los aspectos más brutales del estalinismo, unida a la rocambolesca historia de su publicación, no podían dejar de propiciar una utilización propagandística por parte de los sectores especializados en el estudio de las "atrocidades del comunismo". Puede señalarse en este sentido el congreso celebrado en 2005 en un centro católico de Turín para conmemorar el centenario de nuestro autor.

Vida y destino toma como modelo Guerra y paz de Tolstói, y esto ya desde el guiño en el propio título. No en vano reconocía Grossman que durante los días de Stalingrado éste era el único libro cuya lectura le resultaba soportable. Una competencia tan directa con tamaño rival no puede dejar de arrojar al final matices desfavorables, pero el minucioso y vasto fresco de la sociedad rusa que aporta Vida y destino admite la comparación sin duda, en amplitud e intensidad, con la gran epopeya de la invasión napoleónica. Para conseguir esto la novela multiplica sus escenarios y recurre a una galería de personajes que superan con creces el centenar (en esta edición aparecen censados en un apéndice que facilita enormemente la lectura de la obra). En este caos, la familia Sháposnikov, dispersa a consecuencia de la guerra, proporciona de alguna manera un hilo conductor a toda la narración.

Un primer escenario nos muestra, entre Moscú y Kazán, a un grupo de físicos de la Academia de Ciencias y sus familias. Víktor Pávlovich Shtrum, que sin duda presenta rasgos autobiográficos y en el que se han querido ver también otros del gran físico Lev Landáu, es aquí el protagonista principal. Narrando la vida y el trabajo de estos hombres, Grossman logra una convincente recreación del ambiente intelectual de la URSS en aquel tiempo. Conocemos en estos episodios los privilegios que los científicos siempre tuvieron allí y asistimos a sus conversaciones, donde se mezclan comentarios sobre economía y sobre historia, sobre Chéjov y Dostoievski y también sobre la realidad de cada día. La vida es dura también para ellos, y cuando el autoritarismo hace estragos, vemos diferenciarse los grupos de los críticos y los sumisos frente al poder, con sus fronteras difusas y atormentadas, y conocemos lo difícil y peligroso que resultaba hablar en aquel ambiente enrarecido. La compleja personalidad de Víktor se debate en una historia con muchos momentos inolvidables y que narra la pugna de un ser humano por el raro privilegio de expresar sus opiniones en libertad.

Un segundo escenario principal gira en torno a la lucha en Stalingrado, que Grossman vivió personalmente. Unidades del Ejército Rojo que son presentadas en un principio en otras regiones acaban convergiendo para la gran batalla junto a las orillas del Volga. Piotr Pávlovich Nóvikov, un joven coronel de un cuerpo de tanques, militar pundonoroso y genial es aquí un elemento esencial. Se trata de alguien que es capaz en una ocasión de retrasar ocho minutos el comienzo de una ofensiva para que la artillería termine de batir sus objetivos, desafiando con ello las órdenes imperiosas de una cadena de mando que llegaba hasta el propio Stalin, y que consigue así penetrar en la brecha sin perder un solo tanque ni un solo hombre. Como ejemplo de la contradicción en que se mueven tantas veces los personajes del libro, Guétmanov, el comisario de la unidad, felicita en voz baja poco después a Nóvikov por esta proeza humana, pero no deja de denunciar puntualmente por la noche el retraso a sus superiores. Los movimientos estratégicos que culminaron en el cerco de Stalingrado se muestran en detalle a través del sudor y el esfuerzo de sus protagonistas, así como la vida en la ciudad durante la batalla, tanto en el lado ruso como en el alemán, una descripción plena de ese "pesado olor de morgue y herrería, típico de la primera línea".

Otros escenarios nos traen la crónica de los privados de libertad en aquellos momentos, en un campo de trabajo ruso y en un campo de concentración alemán. En éste, un personaje al que sus compañeros llaman yuródivi (loco santo) es ejecutado al negarse a tomar parte en la construcción de un campo de exterminio. Un texto escrito por él presenta una reflexión desde el infierno que culmina con unas palabras esperanzadoras y enigmáticas: "Si ni siquiera ahora lo humano ha sido aniquilado en el hombre, entonces el mal nunca vencerá". Otros presos intentan organizarse en una red de resistencia y son también liquidados al ser descubiertos. En otro escenario diferente encontramos a los prisioneros que son conducidos en tren al campo de exterminio. En él, Sofía Ósipovna Levinton, una médico militar, adopta al pequeño David que viaja sólo hacia la muerte y por seguir a su lado renuncia a salvarse cuando al llegar al campo separan a los doctores y otros profesionales de los condenados a la aniquilación. En la cámara de gas, se nos dice cómo "sintió el cuerpo del niño derrumbarse en sus brazos (...) sintió nauseas. Presionó a David contra sí, ahora un muñeco, y murió." Estas páginas nos sumergen sin contemplaciones en aquel genocidio: en el funcionamiento del ciclón B y la arquitectura y la tecnología de las cámaras: todos los detalles del horror.

Otro personaje esencial del relato es Nikolái Grigórievich Krímov, protagonista, verdugo y víctima de la revolución, detenido cuando se descubre que había presumido en alguna ocasión de que Trotski después de leer un artículo suyo había comentado: "Es puro mármol". Encarcelado en la Lubianka, Krímov sólo lamenta que Yevguenia Nikoláievna Sháposnikova, aliento de belleza y seducción que se desliza por las páginas del libro como la Lara de Doctor Zhivago, que fue su mujer y ahora es novia de Nóvikov, pueda haberle delatado, y su horizonte se ilumina, a pesar de su triste situación, cuando ella vuelve a su lado al enterarse de que ha sido detenido. En Stalingrado y la Lubianka podía el amor también alumbrar y endemoniar la vida.

Pleno de complejos caracteres humanos y situaciones trágicas e intensas, el relato mezcla y entrecruza sus hilos narrativos de una forma que incita a veces a adentrarse en el texto en busca del desenlace de algún episodio. En este sentido, este lector confiesa haber leído el libro siguiendo de corrido sus diversas historias mediante continuas incursiones y retrocesos. Como quiera que sea la lectura, las imágenes y las voces distantes se suman al final en nuestra memoria para componer un fresco donde aflora todo el dolor de aquel tiempo crucial. Hay que decir también que los cambios de escenario que se suceden crean a veces proximidades fascinantes. Así, la descripción del campo de exterminio donde unos seres humanos dan muerte masiva a otros en una cámara de gas es seguida inmediatamente por el relato de una anciana de una aldea ucraniana que recoge a un hombre abandonado para morir en un convoy de prisioneros y lo vuelve trabajosamente a la vida. Se desliza aquí también la sombra del yuródivi y su atisbo capaz de iluminar lo más horrendo. El bien y el mal pueden caber en una misma página, y en un mismo corazón, a la espera siempre de una decisión que nos libere.

Vida y destino combina altura épica en la magnitud del empeño y la estructura, con intensidad lírica del detalle y la emoción humana, convirtiéndose al final en un estudio sobre el sufrimiento en el que ciertamente cabe demasiada poca esperanza. Este libro que la Unión Soviética no fue capaz de publicar debemos comprender que le era sin embargo absolutamente necesario, y podemos atrevernos a especular lo importante que hubiera sido para aquella sociedad reconocerse en la imagen de heroísmo y errores que reflejan sus páginas. Hoy día éstas siguen iluminando para nosotros el retablo de un momento decisivo en la historia de Europa, y nos hacen vivir la epopeya de un pueblo violentado y amordazado que lideró la más dura batalla por la dignidad del ser humano.

martes, 1 de enero de 2008

Las lecciones del pasado.

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=61230

jueves, 8 de febrero de 2007

Vencedores de la oscuridad

Margarita Barrio
Rompiendo muros

Aprender a leer y escribir es como volver a nacer, venir a la luz del mundo. Así lo sienten los hijos de esos pueblos originarios que ahora se sacuden de siglos de exclusión

Para Petronila la vida cambió de color. Luego de más de cinco décadas —las mujeres no gustan de decir su edad— sin derecho a conocer las letras, ella ha encontrado el camino del saber. «No es que ya esté todo hecho», dice sin pena. Ella sabe que le queda mucho por aprender, pero se ha abierto una ventana que por muchos años le estuvo cerrada.

«¿Cuántas veces nos engañaron?», se pregunta esta indígena boliviana. «Ahora que sé leer y escribir, no pueden negarme las verdades que siempre me ocultaron. Puedo estar más cerca de las cosas de la vida.

Petronila Quispe tiene un limitado vocabulario. Sin embargo, las palabras de agradecimiento le brotan fáciles cuando se trata de reconocer al gobierno y al pueblo cubanos. «Muchas gracias»... y luego me dice algo que no puedo entender. «Es aymara —su lengua natal. Es una frase de halago para ustedes. También para Evo Morales, nuestro Presidente. Gracias a él, a Fidel y a todos los cubanos yo puedo ver ahora la luz».

Petronila considera este viaje a Cuba como una gran oportunidad. «Mis amigas y yo, en el Departamento de Pando, en Cochabamba, hemos crecido. Ahora, cuando regrese, voy a decirles a todas las señoras que hay que seguir estudiando. Les voy a transmitir el ánimo que he ganado con esta visita, que ha sido muy importante para mí, ha sido un verdadero premio».

CRECÍ JUNTO A ELLOS

Comunicar a los otros lo que ya sabemos, es un deber. La alfabetización es una oportunidad de hacer el bien, de sentirse útil, de ver crecer a la humanidad, de ayudar a terminar con las injusticias que hay en el mundo.

Así piensa Lenida Roca, una de lVencedores de la oscuridadas tantas facilitadoras que en Bolivia han guiado la alfabetización. Entre sus alumnas estuvo Petronila, y otras muchas personas que ponen todo su empeño para salir de las penumbras.

«No es solo enseñarles las letras. No es solo que aprendan a leer y a escribir. Hay que ser maestra y psicóloga, porque es necesario motivarlos para que no pierdan el empeño de aprender.

«Tienes que tener mucha paciencia. Hay que enseñarles todo, desde cómo tomar el lápiz, hasta que la firma no es lo mismo que el nombre completo. Y sobre todo tratarlos con mucho amor, darles mucho ánimo.

«Son personas que han estado toda una vida en la oscuridad. Tienen grandes dificultades para aprender; incluso entender los medios audiovisuales y mantener la atención les es difícil.

«Cuando uno convive con ellos y conoce sus problemas la tarea se va haciendo más fácil. Hay que levantarles la autoestima, porque se sienten tímidos, algunos dicen "somos adultos, no vamos a poder estudiar". Entonces hay que demostrarles que sí pueden, que con voluntad todo es posible».

—¿A cuántas personas alfabetizaste?

—El mínimo eran 15, y yo tuve 25 alumnos. Entre ellos había jóvenes y personas mayores, hasta de 67 años. Logré que 20 aprendieran a leer y escribir, los otros siguen hoy realizando su esfuerzo.

—¿Qué significó verlos aprender?

—Es muy emocionante. Sobre todo porque son personas que tienen muchos años de limitaciones. Me sentí satisfecha, realizada, porque estaba haciendo algo útil. Cuando ellos llegan a su meta, yo llego con ellos.

«Sé que con mi esfuerzo estas personas lograrán tener una vida más satisfactoria, alcanzarán otro nivel, su felicidad es parte también de mi existencia.

«Yo había abandonado la Pedagogía, no había terminado los estudios. Sin embargo, ahora estoy decidida a seguir en este empeño, este es mi camino. Yo crezco junto a ellos».

UN JOVEN VOLUNTARIO

Cuando el joven boliviano José Arias decidió venir a Cuba para hacerse maestro, no pensó que participaría en una campaña de alfabetización en su país. Su deseo era ayudar, sabía la situación de su pueblo, y se hizo Licenciado en Educación Especial, en el Instituto Superior Pedagógico de Pinar del Río.

«Yo me gradué en el 2005, y regresé inmediatamente a mi país. Allí hice algunas prácticas, y cuando conocí que se realizaba una campaña de alfabetización me brindé para participar, de manera voluntaria.

«Me incorporé inmediatamente al proceso, junto a los cooperantes cubanos y venezolanos. Participé en el pilotaje a nivel nacional, y fui supervisor de la puesta en práctica del Yo, sí puedo».

—¿Por qué escogiste a Cuba para venir a estudiar?

—Tenía la expectativa de cualquier joven que quiere ser profesional, y estudiar una carrera que me permitiera ayudar a mi pueblo.

«Con las necesidades educativas de mi país, la Pedagogía era sin dudas una buena opción. Conocía de la experiencia de Cuba en ese campo, por lo tanto era obvio que me iba a poder preparar muy bien. No lo dudé, vine a Cuba y me gradué».

—¿Qué opinión te merece el método Yo, sí puedo?

—El método es maravilloso. Primero lo conocí a través de la experiencia venezolana, y ahora pude trabajar con él en Bolivia.

«Es muy bueno, factible, dúctil y eficiente. Le ha dado la posibilidad a mi gente de aprender a leer y escribir en un corto plazo, ese derecho que por tantos años se le había negado.

«Y no es solo la instrucción, que es tan necesaria, sino también los otros espacios que se abren cuando llega la educación. Ahora se pueden integrar a la vida social y política. Ser personas íntegras».

José explicó el trabajó en el proceso de pilotaje —adaptación del método a las características de las personas que recibirán las clases—, y luego la generalización —puesta en práctica de las mismas.

A Pedagogía 2007, el joven profesor trae un trabajo sobre su experiencia de ambos procesos en la cárcel de mujeres de La Paz, Bolivia.

«Entre mis proyectos inmediatos está alfabetizarme en aymara, una de las lenguas autóctonas de mi país. No tengo la suerte de hablar ninguna de ellas, y no puedo perderme esa oportunidad».

SER INTERNACIONALISTA

«Realizo una de las tareas supremas que puede cumplir un ser humano. Esta oportunidad de ser internacionalista en Bolivia se la debo a los cubanos, que han depositado una gran confianza en mí. Es un paso cualitativo para mí como persona, y que luego me servirá para continuar en el proceso educativo que se realiza en Venezuela».

La joven Lilian Oropesa es responsable de la primera brigada internacionalista de alfabetización de Venezuela, que labora en Bolivia junto a los cooperantes cubanos.

«Participé en la Misión Robinson, proceso que nos permitió alfabetizar a 1 582 000 venezolanos. Laboré en el distrito capital, junto a la profesora cubana Anny Castillo. También apoyé la Comisión Presidencial, como parte del Instituto Nacional de la Juventud».

Desde marzo de 2006 Lilian se encuentra alfabetizando en Bolivia. «Somos un grupo de 18 compañeros que apoya metodológicamente el pilotaje. Procedemos del Frente Francisco de Miranda y del Voluntariado Social Juvenil.

«En Venezuela había trabajado en la asesoría a los facilitadores, ahora asesorar en Bolivia es un reto importantísimo. Sin dudas me permite aprender y desarrollarme políticamente».

Al calificar el método Yo, sí puedo, Lilian pronuncia varios adjetivos: «dinámico, rápido, fácil, realizable».

De lo conocido a lo desconocido. Ese proceso de aprendizaje que hoy cabalga por 16 países del mundo lleva la luz a aquellos pueblos que han vivido durante siglos en la penumbra.

FUENTE: Juventud Rebelde ( www.juventudrebelde.cu/cuba/2007-02-01/vencedores-de-la-oscuridad/ )

martes, 30 de enero de 2007

xxx

La globalización ha sido posible, entre otras cosas, por dos revoluciones: la tecnológica y la informática. Y ha sido y es dirigida por el poder financiero.

La ubicuidad del dinero.

en la globalización se lleva a cabo una guerra mundial, la cuarta, y que se desarrolla un proceso de destrucción/despoblamiento y reconstrucción/reordenamiento.

Para la construcción del "nuevo orden mundial" (Planetario, Permanente, Inmediato e Inmaterial, siguiendo a Ignacio Ramonet), el poder financiero conquista territorios y derriba fronteras, y lo consigue haciendo la guerra, una nueva guerra. Una de las bajas de esta guerra es el mercado nacional, base fundamental del Estado-Nación. Éste último está en vías de extinción, o cuando menos, lo está el Estado-Nación tradicional o clásico. En su lugar, surgen mercados integrados o, mejor aún, tiendas departamentales del gran "mall" mundial, el mercado globalizado.

Las consecuencias políticas y sociales de esta globalización son una figura de oximoron reiterada y compleja: menos personas con más riquezas, producidas con la explotación de más personas con menos riquezas, la pobreza de nuestro siglo es incomparable con ninguna otra. No es, como lo fuera alguna vez, el resultado natural de la escasez, sino de un conjunto de prioridades impuestas por los ricos al resto del mundo (John Berger. Cada vez que decimos adiós. Ediciones de la flor. Argentina, 1997, pp. 278-279.); para unos cuantos poderosos el planeta se abrió de par en par, para millones de personas el mundo no tiene lugar y vagan errantes de uno a otro lado; el crimen organizado forma la columna vertebral de los sistemas
judiciales y de los gobiernos (los ilegales hacen las leyes y "guardan el orden público"); y la "integración" mundial multiplica las fronteras.

Así que, si resaltáramos algunas de las principales características de la época actual, diríamos: supremacía del poder financiero, revolución tecnológica e informática, guerra, destrucción/despoblamiento y reconstrucción/reordenamiento, ataques a los Estados-Nación, la consiguiente redefinición del poder y de la política, el mercado como figura hegemónica que permea todos los aspectos de la vida humana en todas partes, mayor concentración de la riqueza en pocas manos, mayor distribución de la pobreza, aumento de la explotación y del desempleo, millones de personas al destierro, delincuentes que son gobierno, desintegración de territorios. En resumen: globalización fragmentada.

II. Un olvido memorable

(Umberto Eco. Cinco escritos morales. Ed. Lumen. Traducción Helena Lozano Miralles, pp. 14-15)

Manuel Vázquez Montalbán. Panfleto desde el planeta de los simios. Ed. Drakontos. Barcelona, 1995, p. 48

III. El pragmatismo intelectual

Vengo del pensamiento llamado de izquierda. Fue algo muy importante en mi formación. No sé ahora... lo único que sé es que mi diálogo --a veces mi discusión-- es con ellos (los intelectuales de izquierda). No tengo mucho que hablar con los otros. (Braulio Peralta. El poeta en su tierra. Diálogos con Octavio Paz. Ed. Grijalbo. México, 1996, p. 45)

"Lo inevitable" tiene nombre hoy: globalización fragmentada, pensamiento único (es decir, la traducción en términos ideológicos y con pretensión universal de los intereses de un conjunto de fuerzas económicas, en particular las del capital internacional: Ignacio Ramonet. Un mundo sin rumbo. Crisis de fin de siglo. Editorial Debate. Madrid),

fin de la historia, omnipresencia y omnipotencia del dinero, reemplazo de la política por la policía, el presente como único futuro posible, racionalización de la desigualdad social, justificación de la sobreexplotación de seres humanos y recursos naturales, racismo, intolerancia, guerra. En una época marcada por dos nuevos paradigmas, comunicación y mercado, el intelectual de derecha (y ex de izquierda) entiende que ser "moderno" significa cumplir la consigna: ¡adaptaos o perded vuestros privilegiados lugares!

Ni siquiera tiene que ser original, el intelectual de derecha ya tiene la cantera de la que habrá que picar las piedras que adornen la globalización fragmentada: el pensamiento único. La asepsia no importa mucho, el pensamiento único tiene sus principales "fuentes" en el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la Organización para el Comercio y el Desarrollo Económico, la Organización Mundial de Comercio, la Comisión Europea, el Bundesbank, el Banco de Francia que, mediante su financiamiento, enrolan al servicio de sus ideas a través de todo el planeta a numerosos centros de investigación, universidades y fundaciones, los cuales, a su vez, perfilan y difunden la buena nueva (Ignacio Ramonet, op cit, p. 111). Con tal abundancia de recursos, es fácil que florezcan élites que, desde hace años, se emplean a fondo en hacer los elogios del "pensamiento único"; que ejercen un auténtico chantaje contra toda reflexión crítica en nombre de la "modernización", del "realismo", de la "responsabilidad" y de la "razón"; que afirman el "carácter ineluctable" de la evolución actual de las cosas; que predican la capitulación intelectual, y arrojan a las tinieblas de lo irracional a todos los que se niegan a aceptar que "el estado natural de la sociedad es el mercado (ibid, p. 114).

Puesto que la globalización se vende como el mejor de los mundos posibles, pero carece de ejemplos concretos de sus ventajas para la humanidad, se debe recurrir a la teología y suplir con dogmas y fe neoliberales la falta de argumentos. El papel de los teólogos neoliberales incluye el señalar y perseguir a los "herejes", a los "mensajeros del mal", es decir, a los intelectuales de izquierda. Y qué mejor forma de combatir a los críticos que acusarlos de "mesianismo".

IV. Los clarividentes ciegos

Parafraseando a Régis Debray (Croire, Voir, Faire. Ed. Odile Jacob. París, 1999), el problema aquí no es por qué o cómo la globalización es irremediable, sino por qué o cómo todo el mundo, o casi, está de acuerdo en que es irremediable. Una posible respuesta: La tecnología del hacer-creer [...]. El poder de la información... Inf-formar: dar forma, formatear. Con-formar: dar conformidad. Trans-formar: modificar una situación (ibid, p. 193).

Los medios de comunicación jamás han sometido sus proyectos al sufragio universal.

Los media son el gran espejo, no de lo que una sociedad es, sino de lo que debe aparentar ser. Plena de tautologías y evidencias, la sociedad mediática es avara en razones y argumentos. Aquí, repetir es demostrar. Y lo que se repite son las imágenes, como ésas grises que ahora nos presenta la pantalla globalizada. Debray nos dice: La ecuación de la era visual es algo así como: lo visible = lo real = lo verdadero. He aquí la idolatría revistada (y sin duda redefinida) (Régis Debray, op cit, p. 200). Y los intelectuales de derecha han aprendido bien la lección. Y más, es uno de los dogmas de su teología.

¿Dónde se dio el salto que iguala lo visible con lo verdadero?

Debray explica que el centro de gravedad de las informaciones se ha desplazado de lo escrito a lo visual, de lo diferido a lo directo, del signo a la imagen. Las ventajas para los intelectuales de derecha (y las desventajas para los progresistas) son obvias. Analizando el comportamiento de la información en Francia durante la Guerra del Golfo Pérsico, se devela el poder de los media: al inicio del conflicto el 70% de los franceses se mostraban hostiles a la guerra, al final el mismo porcentaje la apoyaba. Bajo el golpeteo de los media, la opinión pública francesa se "volteó" y el gobierno obtuvo el beneplácito por su participación bélica.

Lo visual no está hecho, en esta era, para ser visto, sino para dar "conocimiento".

El mundo que es el objeto de su "función intelectual" es el que ofrecen los media: una representación virtual. Si en el hipermercado de la globalización el Estado-Nación se redefine como una empresa más, los gobernantes como gerentes de ventas y los ejércitos y policías como cuerpos de vigilancia, entonces a la derecha intelectual le toca el área de Relaciones Públicas. En otras palabras, en la globalización, los intelectuales de derecha son "multiusos": sepultureros del análisis crítico y la reflexión, malabaristas con las ruedas de molino de la teología neoliberal, apuntadores de gobiernos que olvidan el "script", comentaristas de lo evidente, porristas de soldados y policías, jueces gnoseológicos que reparten etiquetas de "verdadero" o "falso" a conveniencia, guardaespaldas teóricos del Príncipe, y locutores de la "nueva historia".

V. El futuro pasado

Quemar libros y erigir fortificaciones es tarea común de los príncipes, dice Jorge Luis Borges. Y añade que todo Príncipe quiere que la historia comience desde él. En la era de la globalización fragmentada no se queman los libros (aunque sí se erigen fortificaciones), sino que se les substituye. Aun así, más que suprimir la historia previa a la globalización, el Príncipe neoliberal instruye a sus intelectuales para que la rehagan de modo que el presente sea la culminación de los tiempos.

(Ivon Le Bot. "Los indígenas contra el neoliberalismo", en La Jornada, 6 de marzo, 2000).

VI. El liberal fascista

Esos grises pueden significar algo: la reaparición del fascismo. ¿Paranoia? Umberto Eco, en un texto llamado "El fascismo eterno" (op cit), da algunas claves para entender que el fascismo sigue latente en la sociedad moderna, y que, aunque parece poco probable que se repitan los campos de exterminio nazis, en uno y otro lado del planeta acecha lo que él llama el "Ur Fascismo". Luego de advertirnos que el fascismo era un totalitarismo "fuzzy", es decir, disperso, difuso en el todo social, propone algunas de sus características: rechazo al avance del saber, irracionalismo, la cultura es sospechosa de fomentar actitudes críticas, el desacuerdo con lo hegemónico es una traición, miedo a la diferencia y racismo, surge de la frustración individual o social, xenofobia, los enemigos son simultáneamente demasiado fuertes y demasiado débiles, la vida es una guerra permanente, elitismo aristocrático, sacrificio individual para el beneficio de la causa, machismo, populismo cualitativo difundido por televisión, "neo lengua" (de léxico pobre y sintaxis elemental).

Uno de los enanos mexicanos que aspiran a ocupar la silla vacía de Octavio Paz, constataba, aterrado, que en una encuesta en México del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, en 1994, el 29% de los entrevistados respondía que las leyes no deben obedecerse si son injustas. En noviembre de 1999, en la revista Educación 2001, era el 49% el que a la pregunta "¿Puede el pueblo desobedecer las leyes si le parece que son injustas?", respondió "sí". Después de reconocer que es necesario resolver problemas de crecimiento económico, educación, empleo y salud, señalaba: todas esas cosas sólo pueden alcanzarse si la sociedad está parada en un piso más básico que es de la seguridad pública y el cumplimiento de la ley. Ese piso está lleno de agujeros en México y tiende a empeorar. (Héctor Aguilar Camín. "Leyes y crímenes", en "Esquina", Proceso 1225, 23 de abril, 2000). El razonamiento es sintomático: a falta de legitimidad y consenso, policías.

miércoles, 24 de enero de 2007

Venezuela y Cuba firmarán acuerdo económico

Los países sudamericanos suscribirán acuerdos que permitirán la exportación a la isla de arroz y la producción de acero inoxidable, que representarán una inversión de US1,000 millones, declaró el Ministro de Industrias Básicas y Minería.

Redacción / El Economista.com.mx

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Caracas.- Venezuela y Cuba suscribirán acuerdos que permitirán la exportación a la isla de arroz y la producción de acero inoxidable, que representarán una inversión de unos 1,000 millones de dólares, declaró el miércoles el ministro de Industrias Básicas y Minería, José Khan.

Khan dijo a la prensa que durante la visita que realizará este miércoles a Caracas el vicepresidente cubano Carlos Lage se firmarán algunos acuerdos de cooperación e intercambio comercial entre los dos países.

Expresó que se establecerá un convenio para producir arroz y exportarlo hacia La Habana. “Se va a dar un crédito para mejorar las redes ferroviarias en Cuba’, agregó.

Khan indicó que también se aprovechará el precio del níquel de Cuba y de la electricidad en Venezuela para la producción local de acero inoxidable.

Explicó que ambos países crearán una empresa mixta que producirá “ferroníquel’ que abastecerá la compañía de acero inoxidable.

El ministro precisó que el monto de la inversión en el caso de la siderúrgica será de 521 millones de dólares, y en el del acero inoxidable será de 600 millones de dólares.

El ministro de Telecomunicaciones, Jesse Chacón, declaró que ambos gobiernos firmarán un convenio para la construcción de un cable submarino de fibra óptica de 1,552 kilómetros que irá desde Venezuela hasta la isla caribeña. Agregó que el proyecto, que será “compartido a partes iguales’ por los dos países, comenzará en abril y se espera concluir en 18 meses.

Chacón aclaró que el proyecto será de gran beneficio para Cuba porque le permitirá sustituir su sistema de comunicación por vía satelital a uno de fibra óptica, “lo cual va a permitir darle acceso a alta velocidad y bajo costo a los servicios (de telecomunicaciones)’.

El gobierno del presidente Hugo Chávez mantiene desde el inicio de su mandato en 1999 estrechas relaciones con Cuba.
Con información de AP

24 de enero del 2007

Dólares republicanos… y azules

Por: jorge eugenio ortiz gallegos
Proceso No. 1556
Fecha: 2006-08-27

Crítico y estudioso del Partido Acción Nacional, donde militó hasta 1992, cuando salió para integrar el Partido del Foro Doctrinario y Democrático, Jorge Eugenio Ortiz Gallegos repasa un aspecto importante de la historia de esa organización política en el capítulo “Los dineros del extranjero”, perteneciente a su libro La mancha azul; del PAN al neopan, que comenzará a circular próximamente y cuyas partes clave reproducimos a continuación.

Era un libro grueso con el formal encuadernado de los notarios públicos, en el que se consignaba la contabilidad del Partido Acción Nacional. Era el encargado de los fondos aquel fino abogado, Manuel Ulloa Ortiz, que en el edificio del Banco de Londres y México, en la esquina de Bolívar y 16 de Septiembre, ocupaba una oficina contigua a la del licenciado Manuel Gómez Morín, fundador y, todavía en aquel 1945, presidente del partido.

Puse el garabato de mi firma a cambio de la suma en efectivo para los viáticos de una gira por los estados de Querétaro, Guanajuato y Aguascalientes. Fue mi primer desempeño en el Grupo Juvenil, al que me había apenas incorporado en la vecindad del sexto aniversario de la fundación de septiembre de 1939. A petición del maestro Gómez Morín –en aquel su caballeroso y discreto decir: “¿Podríamos pedirle un servicio, para nosotros importante...?”–, acompañé al licenciado Manuel Herrera y Lasso, en cuyos discursos la retórica no era adorno de verbalismos, sino estilete de la denuncia y brillo de la verdad.

¿De dónde provienen los fondos que sostienen las actividades del PAN?, me pregunté desde entonces. Tres épocas y tres maneras describen los dineros del PAN:

Durante los primeros 20 años, el gasto era provisto por unos u otros donantes particulares, motivados y abordados por un reducido grupo de dirigentes. Era don Manuel el principal recaudador, y era él quien sufría los apuros de la escasez, de la inconstancia y abandono de simpatizantes. Y fue su generosidad la que sufragó con su peculio personal la mayor parte del costo de la operación modestísima en unos cinco cuartos de oficina en el tercer patio de Isabel la Católica 30, de las propagandas impresas, de los primeros boletines, de la edición semanaria de La Nación que fundara aquel gran maestro Carlos Septién García (trágicamente perecido en 1953), de las erogaciones de las campañas federales, estatales y hasta municipales. En don Manuel se cumplía a pie juntillas la amonestación de Cristo: “que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu mano derecha”. No es ofensivo, después de tantos años idos, revelar que el erario del partido afectaba el gasto del hogar de don Manuel, y que en alguna ocasión el director del grupo de la Cervecería de Monterrey recibió la petición de que se le entregasen a la esposa del maestro, doña Lidia Torres de Morín, y no a don Manuel, los honorarios que se le extendían como consultor de esas empresas, porque “todo se le iba en el partido”.

En una segunda época, 1970-1985, ya los comités estatales, entonces denominados regionales, habían consolidado su existencia y sólo por excepción pedían apoyo. El gasto central se proveyó en esos años con tres fuentes:

1.- Se había aceptado ya recibir del gobierno el papel para la propaganda y las publicaciones, y el uso de la franquicia postal.

2.- Se inició la colaboración obligada de los diputados del partido que hubieron de ceder un tanto de sus salarios oficiales, desde un 33% hasta sólo un 10% en los años recientes, que era distribuido entre el Comité Nacional y los comités estatales o municipales.

3.- Con los sorteos autorizados por la Secretaría de Gobernación, particularmente a partir de que se hizo cargo del sistema de rifas el que fuera jefe nacional, don Alfonso Ituarte, se pudieron cubrir hasta el 90% de los requerimientos, que habían ido creciendo hasta constituirse en una nómina de hasta 160 personas en 1985 y en la adquisición de dos o tres inmuebles y un taller editorial de regular tamaño.

Durante la tercera época, ocupando la presidencia Luis H. Álvarez (1987-1993), fueron aceptados y negociados con incrementos constantes, a veces hasta semestrales, los importantes derrames de las prerrogativas, esto es, las aportaciones oficiales de cuantiosos recursos en los rubros de gastos de campaña, sostenimiento de los partidos, capacitación y otros renglones no precisamente transparentes.

Los tiempos recientes dejaron de ser de apuros económicos para el PAN. Los holgados ingresos han sustentado una creciente empleomanía central y el subsidio a comités estatales, a campañas políticas y los billetes para viajes, viáticos y salarios que hoy se califican dentro del PAN como “dignos” para todo el gran equipo que cumple con la expresión aquella de que “come del altar quien sirve al altar”. Las percepciones que reciben hasta el presidente y el secretario general son indicadores de la sólida suficiencia económica de la institución que comparte ya el gobierno con su rival, también aprovisionado con munificencia y holgura, el Partido Revolucionario Institucional.

Norberto Corella Gil Samaniego había sido designado como secretario de Relaciones Internacionales del CEN del PAN por el jefe Luis H. Álvarez a partir de su elección en febrero de 1987. A nombre de Corella aparecía en el Bank of América de Calexico la cuenta 122-000-661-0084-09532-08591. El National Republican Institute for Internacional Affairs (NRIIA), con dirección en 601 Indiana Av. Suite 615 Washington, D.C. 2004, teléfonos 202-783-2280 y telefax 202-783-94-80, giró para depósito en esa cuenta, en los comienzos de 1989, diversas cantidades estimadas por aquel tiempo en el equivalente de 53 millones de pesos mexicanos.

Cuando se descubrió y se hizo público en la prensa, el envío de esos fondos fue llamado el Pangate en similitud con el escándalo de Richard Nixon en el hotel Watergate en 1972. El diario El Universal del 8 de abril de 1990 publicó a ocho columnas: “Prueba de los subsidios externos ilícitos del PAN”. El reportero Juan Bustillos escribió: “Es un hecho irrefutable que organizaciones del extranjero depositan dólares en cuenta del PAN para su movilización y competencia electoral”.



La prohibición legal



El Código Federal Electoral que entró en vigor el 12 de febrero de 1987 contenía las siguientes disposiciones respecto al funcionamiento de los partidos políticos. En el artículo 30: “La declaración de principios contendrá necesariamente”, la fracción III decía: La obligación de no aceptar pacto o acuerdo que los sujete o subordine a cualquier organización internacional o los haga depender de entidades o partidos políticos extranjeros; así como no solicitar, o rechazar en su caso, toda clase de apoyo económico, político y propagandístico proveniente de entidades o partidos políticos u organizaciones extranjeras ni de ministros de los cultos de cualquier religión o secta.

Adicionalmente, el artículo 45 del mismo código: “Son obligaciones de los partidos políticos”, la fracción XIII estipula: Actuar y conducirse sin ligas de dependencia con partidos políticos, organismos o entidades extranjeras y de ministros de culto de cualquier religión o secta.

Las reacciones desencadenadas en diversas áreas de las instituciones y en las personas aludidas o implicadas en el uso de fondos provenientes del gobierno estadunidense, revelaron no sólo inmadurez, sino abierta falsedad e irresponsabilidad conectadas con la penetración extranjera.



Versión del Instituto Republicano



Roberto Rock L., del periódico El Universal, fue enviado a Washington y entrevistó a Jeanine Perfit, secretaria de Keith E. Schuette, presidente del NRIIA, y su declaración fue transcrita entre otras ocasiones en la columna “Pasarela Política” de ese diario de mayo 11 de 1993: “Nosotros patrocinamos la reunión que con motivo de su 50 aniversario realizó el PAN en la Ciudad de México en julio pasado (1989). A ella asistieron dirigentes de muchos países, todos con los gastos pagados por nosotros. Gastamos por lo menos 50 mil dólares ahí”.

En la misma ocasión, sin embargo, la exembajadora de Estados Unidos en la ONU, Jeane Kirkpatrick, miembro del Advisory Council (Consejo Consultivo) del Instituto Republicano, declaró que la ayuda financiera al PAN no se fundaba en “afinidades ideológicas” y agregó: “El PAN sí recibe ayuda financiera nuestra, pero eso no puede tomarse como intervencionismo”.

Separadamente, Juan Bustillos reveló otro dato que llamó “alarmante”: “En abril de 1990 Lawrence R. Birns, director del Consejo sobre Asuntos Hemisféricos, con sede en Washington, refirió que en cuatro años el Partido Republicano, vía instancias que despistan y disfrazan, hizo llegar al PAN más de 500 mil dólares”.

El “alarmante” dato no fue comentado más ampliamente, pero tal suma y la de los 52 mil dólares del Instituto Republicano se conectan con las siguientes implicaciones: El Council on Hemispheric (COHA), dirigido en aquel tiempo por Laurence R. Birns, tiene que ver con la promoción impulsada por el presidente de Estados Unidos Ronald Reagan para reforzar los objetivos del National Endowment for Democracy (NED), presidido en aquel tiempo por Carl Gershman. Un 90% de los fondos del NED provienen de aportaciones gubernamentales; solamente en 1983 recibió 114 millones, y cerca de 500 millones de dólares en cuatro años.

El objetivo de todos esos apoyos se definió así: “Promover la democracia más allá de nuestras fronteras”.

Las cantidades mencionadas son traspasadas por el NED a varias instituciones, cuyos dirigentes escogen y deciden a quién entregar recursos en diferentes partes del mundo. Entre las instituciones de esa intermediación se pueden mencionar las siguientes:

–Center for International and Private Enterprise

–US Chamber of Commerce

–Free Trade Union Institute

–National Democratic Institute of International Affaire (NDIIA, institución anexa al Partido Demócrata)

–National Republican Institute for International Affaire (NRIIA, institución anexa al Partido Republicano)



La investigación fallida y las salidas de banca



Varios integrantes del Consejo Nacional del PAN, durante la reunión de febrero de 1990, inquirieron sobre los fondos extranjeros, en reiteración de un cuestionamiento vertido en una sesión del CEN en la que Norberto Corella informó haber recibido 47 millones para viáticos de los asistentes, que habían llegado de diferentes países para estar presentes a mediados de julio de 1989 en la Reunión Internacional Democracia en Desarrollo.

Trastabilló de nuevo Corella cuando en el Consejo modificó la cifra elevándola a 52 millones y dando a conocer que su secretaria Irma Rojo Mancilla –hija del entonces diputado federal y tesorero del Comité Nacional, Ramón Rojo, quien hasta poco tiempo antes se había desempeñado como administrador de los negocios del fallecido Manuel J. Clouthier–, había pedido otros fondos en reembolso del costo de llamadas telefónicas. El propio Luis H. Álvarez intervino y ofreció investigar lo de los fondos, pero reiterando que Corella sólo había servido de enlace con el Instituto Republicano y que el PAN no era beneficiario de esas remesas.

La reportera Aurora Berdejo Arvizu, en la página 30-A del diario Excélsior de marzo 7 de 1990, refirió que los reclamos en el consejo a finales de febrero de 1990 fueron dirigidos también al jefe del PAN, Luis H. Álvarez, porque sin consultar ni al comité ni a los consejos nacionales, y desfigurando por tanto su papel de jefe, había promovido la fundación de un organismo paralelo del partido, bautizado con el nombre de Instituto Superior de Cultura Democrática, el cual era sostenido económicamente con recursos tramitados por otra institución también promovida por el señor Álvarez: Solidaridad y Paz Social, Asociación Civil. Al frente de esta asociación, Álvarez había puesto al señor Héctor M. Valenzuela, quien muy poco tiempo después sería colocado por el regente del Distrito Federal Manuel Camacho Solís como contralor de dicho departamento, en uno de los que se multiplicarían después como actos de cooperación y concertación de los dirigentes del PAN con los funcionarios del presidente Salinas de Gortari.

Se dio cuenta y seña en el consejo –añadió Aurora Berdejo– de cómo se sostenía, anexo a Solidaridad y Paz Social, el Instituto Superior de Cultura Democrática, dirigido en los primeros meses de su fundación por un panista norteño, de posterior carrera en el gobierno de Ernesto Ruffo en Baja California y después, en 1994, coordinador de la fracción parlamentaria federal del PAN en sustitución de Antonio Lozano Gracia (traspasado a procurador General de la República por el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León). Y de la siguiente manera se refirieron los antecedentes de la procuración de ese sostenimiento:

Tras una junta llevada a cabo en Taxco, en la que Luis H. Álvarez, Corella, Carlos Castillo Peraza y Manuel J. Clouthier se entrevistaron en la ciudad de Taxco, Guerrero, con el doctor Molls, representante de la Fundación Konrad Adenauer, poco días después de la elección de julio de 1988, se negoció que la institución alemana aportase los fondos para las asociaciones conexas del PAN, disfrazándose así la violación del Código Electoral en su prohibición de que los partidos políticos recibiesen fondos extranjeros.

Junto a estas anécdotas cabe recordar que en la página 40 del Summary of Program Operations January 1990 del Instituto Republicano quedaron relatadas las aportaciones de 110 mil dólares en los siguientes términos: National Republican Institute for International Affairs (NRIIA), to assist the Democracy, Solidarity and Social Peace Association in informing and educating Mexican society on a wide array of political and social topics. Activities include a leadership training program for elected officials, civic education activities and research.

Curiosamente, en cumplimiento paralelo de los propósitos republicanos, en la misma página se daba noticia de 78 mil 700 dólares entregados a la Confederación Patronal de la República Mexicana y el texto es altamente revelador de la muy amplia programación del gobierno estadunidense en sus prácticas de intervencionismo, conocido como apoyo a las causas del desarrollo sociopolítico de toda clase de países e instituciones del extranjero: Center for International Private Enterprise (CIPE), to enable the Mexican Employers Confederation (Coparmex) to continue its EMPRESA project, an educational program which teaches the basic principles of private enterprise to Mexican youth and workers through the official school system and Coparmex affiliates.

En la crónica de la señora Berdejo figuraron otros datos: El denunciante del apoyo de la Konrad Adenauer fue el expresidente del PAN, ingeniero Pablo Emilio Madero, quien “recordó ahí frente al reelegido líder (Luis H. Álvarez, que había sido designado el día anterior para ocupar el cargo por tres años más) y a su séquito, que el año pasado también él (Madero) había escrito una carta al presidente (Álvarez, por supuesto)... Esa carta fue leída en su parte sustancial ante una mirada soberbia y el enrojecido y silente rostro del ratificado dirigente panista”.

La pasión subió de tono y el consejo decidió nombrar una comisión que revisase las cuentas de Corella, aun cuando el sentido del acuerdo fue desvirtuado por el entonces secretario general del partido, coordinador de la diputación federal de entonces, Abel Vicencio Tovar, quien redactó una carta que apareció fechada en abril 6 de 1990, dos meses después de la reunión del consejo:

“A los consejeros nacionales de Accion Nacional: Les informamos que, de acuerdo a (en vez de con) la decisión tomada por el Consejo Nacional en su pasada sesión de febrero de este año, se ha integrado una comisión que ya está trabajando en estudiar otros acuerdos que se han tomado con respecto a relaciones internacionales del partido. El estudio incluirá un análisis sobre el punto de ‘recepción de fondos del extranjero’, en torno al cual se debatió en esa ocasión.

“La comisión está coordinada por el licenciado Felipe Calderón Hinojosa y la integran además: Lic. Juan Manuel Gómez Morín, Dip. Esperanza Morelos Borja, Lic. Jesús Galván Muñoz, Dip. Alberto Ling Altamirano.

“El consejo acordó que se presentará un dictamen sobre estos tópicos en nuestra próxima sesión...”

Aparte del coordinador Felipe Calderón Hinojosa, ninguno de los miembros de la comisión se ocupó del asunto. Calderón viajó a Mexicali, y luego de revisar las cuentas bancarias de Corella informó verbalmente en el mes de septiembre, en que se volvió a reunir el Consejo Nacional, que le había resultado muy penoso revisar, cheque tras cheque y comprobante tras comprobante, asuntos que correspondían a la familia de Norberto mezclados con los asuntos del dinero recibido del Instituto Republicano. La sesión en que informó Calderón se pobló de altercados y errores por la manipulación mañosa de Abel Vicencio Tovar y Luis H. Álvarez al frente de la mesa directiva, al extremo de que no se permitió opinar sobre los datos del Pangate de Corella. Y en su carta de septiembre 28 de 1990 Vicencio Tovar se abstuvo de mencionar que el dictamen de Calderón Hinojosa no había sido sometido a votación alguna, pero consignó: “El PAN no recibe ni ha recibido recursos económicos provenientes del extranjero para el financiamiento de sus actividades, ni mantiene relaciones que impliquen subordinación económica o política a gobiernos, partidos o organizaciones”.



Los documentos oficiales



Ya para entonces Luis H. Álvarez, como presidente, y Abel Vicencio Tovar habían enviado el 5 de abril de 1990 una carta a “Jeanne” (sic) Kirkpatrick informándole que “alguna información periodística... atribuye a usted una declaración en el sentido de que respecto al financiamiento que varias agrupaciones estadunidenses otorgan al Partido Acción Nacional obedece a la coincidencia ideológica, pero esto no implica un apoyo del gobierno de su país. Igualmente el periódico El Universal en el cintillo en la primera página de su primera sección, publica esta leyenda: “Confirma Kirkpatrick: el PAN recibió fondos provenientes de Estados Unidos”. El subrayado es de este escritor.

Y terminaban: “Rogamos a usted haga saber por nuestro conducto a los mexicanos interesados en este asunto si confirma o rectifica las declaraciones que se le atribuyen y, en su caso, el contenido de su afirmación”.

Tal vez se haya dado la respuesta de la señora Kirkpatrick. Pero significativa e importante, más que cualquier otro texto, fue la carta que el presidente del Instituto Republicano, Keith E. Schuette, dirigió el 4 de abril de 1990 al “Sr. Norberto Corella, secretario de Relaciones, Partido Acción Nacional, México, D.F”. De dicha carta son renglones relevantes los que a continuación se transcriben, traducidos:

“Querido Norberto, se me ha informado que tu personal asistencia a nuestro Instituto para la conferencia Reunión Internacional Democracia en Desarrollo celebrada en la Ciudad de México el pasado julio, ha causado algún problema de parte de algunos (integrantes) del PAN. Tu función como intermediario del Instituto Republicano sirvió meramente para facilitar la transferencia de fondos para pagar el costo de alimentos y hospedaje para los participantes internacionales durante la conferencia”.

Y en texto por lo demás contradictorio Keith E. Schuette agregaba: “El Instituto Nacional Republicano para Asuntos Internacionales jamás en su historia ha sido fuente de fondos para el PAN o para algunos de sus miembros. La asistencia del Instituto Republicano a miembros del PAN y para otros partidos democráticos en numerosos países ha sido solamente en la forma de proveer boletos de avión y pago del costo de alojamiento para aquellos delegados u observadores invitados a conferencias internacionales, convenciones, misiones de observación de elecciones o seminarios. Esta ha sido una costumbre largamente establecida por el Instituto Republicano”.

En resumen, no se proveían fondos para el PAN o para sus miembros, pero como en el caso de Corella, a través de algún arreglo con algún dirigente de los partidos, o directamente en contacto con personajes de diferentes naciones, los fondos eran ciertamente enviados para facilitar a toda clase de políticos extranjeros su participación en eventos organizados para promover e involucrar a los líderes políticos extranjeros en los programas de la democracia republicana.



El congreso del aniversario del PAN



Aparte de que en el Teatro de la Ciudad de México, en septiembre de 1989, se reunieron solemnemente algunos panistas del Distrito Federal y pronunciaron discursos el jefe en turno y algunos expresidentes, el 50 aniversario de la fundación del PAN fue conmemorado solamente con la edición en sepia, pobre y desleída, de un libro titulado Así nació Acción Nacional (Comisión Editorial, México, 1990, DF, Ediciones y Publicaciones Económicas y Sociales, S.A.) en tiro de apenas mil ejemplares de 178 páginas, en el que se transcriben actas de las asambleas constituyentes, así como Estatutos y Programa Mínimo de Acción Política.

La Reunión Internacional Democracia en Desarrollo, que tuvo lugar del 10 al 13 de julio, fue un evento definitivamente ajeno a los temas lógicos y consecuentes de la fundación del PAN.

De América Latina llegaron representantes de partidos políticos conservadores de Bolivia, Colombia, Costa Rica, Chile, Honduras, Nicaragua, Guatemala, Panamá, Argentina y Venezuela. Por supuesto, de Estados Unidos asistió el Partido Republicano, mientras que el Partido Demócrata se negó a venir, como se negaron también partidos de Francia, Grecia, Japón, Malta, Portugal, España, Australia, Dinamarca y Canadá. De otros continentes, vinieron políticos de Alemania, Austria, Inglaterra y Nueva Zelanda. En resumen, incluido el PAN, asistieron 21 partidos políticos de 16 países.

La naturaleza del evento define la farsa y sus falsas defensas: ¿Democracia en Desarrollo fue realmente un acto organizado por el Partido Acción Nacional para la conmemoración del 50 aniversario de su fundación en 1939? ¿O fue una “reunión internacional” promovida por el Instituto Republicano para fomentar la democracia al estilo conservador y neoliberal de los republicanos? O de otra forma: ¿El evento del aniversario del PAN fue reforzado económicamente por el Instituto Republicano con dineros que sostuvieran la presencia de visitantes extranjeros?



Los ocultamientos y errores de Corella



Como breves pormenores que ilustran la nefasta actuación de Corella, a quien dio aprobación, y tal vez consejo y dirección, el jefe Luis H. Álvarez, han de agregarse los siguientes datos:

1.- Los carteles de propaganda fueron impresos en EPESSA, la empresa paraestatal de la publicidad del PAN, la que ha editado durante años libros, propaganda, folletos y la revista La Nación, pero que simultáneamente ha operado como negocio comercial, dando servicio a clientes no políticos. Curiosamente, ninguna cartulina ostentaba el escudo del PAN. El secretario de Comunicación de entonces, gerente al mismo tiempo de EPESSA, Alejandro Díaz Pérez Duarte, y la secretaria adjunta Cecilia Romero, se limitaron a informar, a manera de justificación sobre la falta del emblema azul del PAN, que había sido un error y que ya no había habido tiempo de subsanarlo.

2.- La información del comité organizador se limitó a enviar un reporte en el que se decía que la “reunión internacional se celebró... y fue un evento de éxito en el marco de los festejos del cincuentenario...”. Y agregaba que “el Partido Acción Nacional fue anfitrión”.

Sin embargo el Pangate fue sólo la punta de un iceberg surgido sorpresivamente a la superficie, y revelador de algunas acciones directivas del PAN manejado entonces por Luis H. Álvarez.