jueves, 11 de enero de 2007

Poema de Jacobo silva


Si acaso pudiera,
allá por la entrada
de entrada pondría yo un letrero
y diría: “precaución,
manéjese con cuidado”
En dosis muy altas,
puede producir dolor,
ansiedades, neurosis, insomnios,
depresión, intentos suicidas,
desintegración familiar, soledad, amargura,
adicciones a medicamentos o drogas,
a tele programas insulsos,
a cualquier deporte, espectáculo,
al sueño,
cerrados los ojos o abiertos,
claustrofobia, tal vez narcisismo,
onanismo o cambio de opción sexual.
Un breve contacto podría producir
ira contenida, garganta anudada, ardor en los ojos.
La exposición prolongada,
aún indirecta,
podría producir corazones duros, aún más que la roca.
Y en casos extremos,
sadismos ocultos tras un rostro adusto,
muy serio.
Así son las normas.
En almas sensibles,
puede provocar deseo de algún cambio,
y alguna gotita de esfuerzo.
Y en la última línea,
diría la etiqueta:
En vez del eterno “consulte a su médico”,
un simple y sencillo:
“consúltese a sí mismo
y haga algo ¡carajo!”.

10 de agosto del 2003, Almoloya de Juárez.
Jacobo Silva Nogales

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